Como de costumbre, Raúl Rojas Nava de 47 años de edad, trabajador Auxiliar de Intendencia en la Dirección General de Prepas (DGP) con 14 años de antigüedad, salió a las 5:45 de la mañana de su hogar para abordar uno de los peseros que lo llevarían a su trabajo. Su caminata ese 4 de mayo, fue suspendida por una bala perdida que se alojó en el pecho y le perforó los pulmones, una más le pegó en la pierna, esto producto de un enfrentamiento entre policías en la Avenida San Jerónimo de la delegación Magdalena Contreras, otro más que iba hacia un centro de salud, fue lesionado por otra bala.
Recordando parte de su vida, Roberto Rojas Nava, hermano de la víctima, comenta que Raúl era un trabajador muy cumplido, gustaba de llegar a tiempo a sus labores y estaba inscrito en los programas de Calidad y Eficiencia y Puntualidad, motivo por el cual salía temprano para evitar contratiempos con el tráfico.
En su vida deportiva, gustaba del fútbol, desde antes de ingresar como trabajador universitario jugó en algunos equipos de la liga del STUNAM, con la figura de familiar de trabajador, en el equipo de Física. Ya como trabajador jugaría con el equipo de Odontología, con veteranos de futbol Americano, con el equipo de la Secretaría Administrativa y los sábados con la Selección del STUNAM, veteranos que jugaban en instalaciones deportivas de Contreras. Consternado pero emocionado, Iván, su hijo, señala que regularmente su hermana Janet y Raúl lo acompañaban a los encuentros deportivos.
Como padre de familia buscaba siempre la integración familiar y recuerdan que él, sus 5 hijos y su esposa, gustaban de visitar la Cañada, lugar donde se venden antojitos y se puede pasear por los Dinamos.
Los dos agentes judiciales y el elemento de la Policía Federal involucrados en la balacera ocurrida en la colonia Pueblo Nuevo, en la delegación Magdalena Contreras, declararon la noche de ese mismo martes 4 de mayo. De acuerdo con la indagación, los agentes judiciales locales aseguran que participaban en un operativo para verificar vehículos, y por ello le marcaron el alto a un automóvil Seat color gris, en el que viajaba el policía federal Benancio Santos Gómez; sin embargo, el agente federal afirma que los elementos de la Policía Judicial lo seguían y tenían la intención de asaltarlo, por lo cual resolvió defenderse.
Ante estos hechos, el Dr. José Narro Robles, Rector de la UNAM, acudió al día siguiente al domicilio de Raúl Rojas Nava donde se velaba, para dar las condolencias a familiares. En un comunicado de prensa señaló que ante este suceso, la UNAM externa un profundo repudio por este crimen, que corrobora el ambiente de incertidumbre que vive la población mexicana, derivada de los altos índices de criminalidad durante los últimos años en los que ha fallecido gente inocente. Exigió a las autoridades castigo a quien o quienes cometieron este crimen y extendió su solidaridad con los familiares del señor Rojas Nava.
Por la tarde el Secretario General del STUNAM, Agustín Rodríguez Fuentes, asistió al velorio para dar las condolencias a los familiares. En el mismo sentido del rector, pidió que los responsables de este crimen no queden sin castigo y calificó a Raúl Rojas Nava como un trabajador en toda la extensión de la palabra, así como un buen sindicalista.
Los restos de Raúl fueron incinerados en el panteón de la Noria en Xochimilco, vecinos y familiares han mantenido una amplia solidaridad al poner sobre las paredes de Avenida San Jerónimo y el Rosal, pancartas que exigen justicia ante este hecho para que no quede impune, ya que se cree que lo están calificando como homicidio culposo, por lo que los responsables pueden alcanzar fianza.
El domingo 9 de mayo, se realizó una misa en el templo del Señor de la Divina Misericordia, en la colonia Potrerillo, donde pidieron por su descanso y porque este tipo de crímenes no queden en la impunidad.
Antonio Muñoz M
Unión No. 903, 12 de mayo del 2010.
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